Chaouen, la ciudad azul
“Un corazón tranquilo es mejor que una bolsa llena de oro”
(Proverbio árabe)
La bella ciudad de Chaouen, en la región del Rif occidental, se asienta a los pies de los montes Jebel Tisouka y Jebel Megou de 2.000 m de altura entre los que fluye el río Oued Lau que la bordea. El topónimo de la ciudad significa “mirando a los cuernos” en referencia a estos dos imponentes picos que la dominan.
Chaouen, la ciudad azul, es una de las ciudades más fotogénicas y agradables de visitar para el forastero que se mueve por el norte de Marruecos. Su antigua Medina nos recuerda a los pueblos blancos del sur de España como los de la Axarquía malagueña, Las Alpujarras o los de la provincia de Cádiz, y uno tiene la curiosa sensación de llegar a una ciudad que nos es especialmente familiar. Una ciudad andalusí en todas las gamas y variantes posibles de azul, un microcosmos relajante que es un verdadero placer para los sentidos.
Chaouen hay que recorrerla sin rumbo, sin prisas y sin más cometido que el de disfrutarla, donde el tiempo parece circular a otra velocidad. Sentarse en el antiguo cafetín de la plaza Utta-el-Hamman a hacer exactamente lo mismo que hacen sus locales, contemplar, beber sin prisas un té a la yerbabuena y dejar que el murmullo de la plaza nos meza (ver vídeo).
Ciudad de peregrinos, fue fundada por Mulay Ben Rachid en 1471, que lideraba la población morisca y sefardí que había sido expulsada de España. Tras la expulsión de los musulmanes de Andalucía, la ciudad se convirtió en una réplica de Al-Andalus en lo que respecta a la cultura y también a su arquitectura. Los nazaríes expulsados de Granada, pusieron su empeño en reproducir lo que dejaban atrás. Con ellos traían arraigadas tradiciones y costumbres que la hicieron crecer siguiendo un modelo similar al de cualquier pueblo andaluz. Según cuenta la tradición la ciudad fue construida como réplica de la ciudad gaditana de Vejer de la Frontera, pues, Moulay Ali Ben Rachid le había prometido a su esposa (una noble española convertida al Islam) que la ciudad se parecería a su ciudad natal, Vejer, y así fue.